El 19 de mayo del año pasado, Matías Albornoz Piccineti fue apuñalado. Había intentado defender a un compañero de una agresión y lo hirieron en pleno centro, a metros de la esquina de Santiago y 25 de Mayo. Agonizó poco menos de 24 horas y falleció. No llegó a cumplir 17 años.
Hoy, a un año del crimen que conmovió a los tucumanos, la Justicia se encuentra en un intríngulis: los tres acusados son menores de edad. El principal sospechoso, a quien se llegó por intermedio de imágenes de seguridad y testimonios, tenía 15 años. Por ello, la semana pasada, la fiscala María del Carmen Reuter pidió el sobreseimiento de los tres, lo que generó indignación entre los familiares y amigos. Los acusados, además, habían apuñalado a otro chico, que afortunadamente se recuperó de las graves lesiones que había sufrido.
Panorama Tucumano entrevistó a los padres de Matías, Juan Albornoz y Edith Piccineti, y a su abogado, Pablo D’Amato, quienes no sólo hablaron del caso, sino que reflexionaron sobre la violencia en la sociedad, sobre todo, entre los jóvenes. “Yo mandé a mi hijo a la escuela, y me lo devolvieron en un cajón”, dijo la madre.
El sábado, los familiares y compañeros de Matías hicieron una marcha en silencio bajo la consigna “nos une el amor”. El caso reaviva el debate sobre la punibilidad de los menores, tema del que los padres de Matías no tienen dudas: “algo debe cambiar en todo esto”.